Como si cargaran la tragedia a cuestas
Luego de unas torrenciales lluvias, en septiembre de 2021 se desbordó el río Neverí, que atraviesa el norte del estado Anzoátegui y desemboca en el mar Caribe. Cientos de familias quedaron damnificadas. Cuando escampó, el fotógrafo Samir Aponte se acercó a una zona rural de Barcelona y se encontró con una comunidad de waraos. Desde entonces, comenzó a visitarla con el genuino interés de entender su realidad.
Como piedras girando en una licuadora
Fotografías: Gregoria Díaz
Fanny García Magallanes es diputada del consejo legislativo del estado Aragua. Desde hacía 15 años vivía en El Castaño, la comunidad que resultó más afectada por el desbordamiento del río Palmarito el 17 de octubre de 2022. Aquel día la rescataron, junto a su hijo adolescente, en helicóptero. Desde entonces, reside en el barrio Sucre de Maracay, en la casa de una hermana.
La oportunidad para salvar nuestra comunidad
Edición audiovisual: Adriana Petrilli
Magdaleno, un pueblo de tierras fértiles del estado Aragua, en el centro-norte de Venezuela, ha sido el foco de malas noticias por el alto índice de criminalidad. En 2021 fue el sexto municipio más violento del país. Muchos huyen de ahí para ponerse a salvo. Otros, en medio de la zozobra, han encontrado un atisbo de esperanza en el Proyecto Pueblo.
Estuvieron a salvo de la guerra sobrevenida
En julio de 2021, bandas organizadas y cuerpos de seguridad se enfrentaron, durante casi tres días seguidos, la Cota 905, barrio del oeste de Caracas. Más de 30 personas murieron en medio del fuego cruzado, y muchas otras decidieron irse de sus casas huyendo de la violencia. Unos adolescentes, temerosos, decidieron pedir refugio a una fundación que en el pasado los había ayudado a salir de la calle.
Escuchar una gaita le remueve todos los recuerdos
Fotografias: Jonathan Lanza
María Elena nació en Maracaibo, estado Zulia, en el extremo occidental de Venezuela. Allí hizo su vida. Nunca se imaginó viviendo fuera de su ciudad. Pero en 2016, debido a las constantes fallas de los servicios básicos, comenzó a considerar mudarse a Caracas, como tanto le insistía su excuñada, porque una condición de salud le hacía más difícil la cotidianidad allí.
Encuentra en ellos su propia historia
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, 67 por ciento de la población del estado Sucre vive en pobreza extrema. En zonas rurales, el sacerdote Jesús Villarroel se ha encontrado con muchos niños a cargo de sus abuelos porque los padres se fueron a otros sitios de Venezuela en busca de trabajo o para ponerse a salvo de la violencia. A través de Cáritas, la organización donde trabaja, ha podido asistirlos gracias a un programa de ayudas. Algunos de ellos le han recordado su propia historia.
Los contactan para que hagan unos “trabajitos”
Rafael Molina sabía que La Cañada de Urdaneta, donde había vivido durante los últimos años, se había vuelto muy peligrosa. Pero el miedo escaló una mañana de noviembre de 2021 cuando recibió una llamada anónima en la que pretendieron extorsionarlo. Entendió entonces que cuanto antes tenía que salir de ahí, con su esposa e hijos.
Perder la casa y el negocio pero ganar la vida
El protagonista de esta historia nació y vivió durante casi 50 años en La Cañada de Urdaneta, en la costa oeste del lago de Maracaibo. Durante buena parte de su vida sintió que ese era el mejor municipio del mundo. Pero tuvo que irse de ahí a un lugar que prefiere que nadie sepa cuál es.
Siente que la vida le asesta golpes muy seguidos
Alguna vez Jacqueline Arteaga tuvo una casa propia, que levantó con el padre de sus hijos en una comunidad del estado Aragua colindante con el lago de Valencia. Al amanecer de un día de 2018, luego de unas lluvias torrenciales, el río cercano se desbordó y quedó damnificada.
No saben que son desplazados internos
Fotografía: Jennifer Briceño y álbum familiar Padre Alfredo Infante
El sacerdote jesuita Alfredo Infante llegó a la parroquia La Vega de Caracas en 2014, luego de años de trabajar en zonas de conflicto. Allí comenzó a documentar casos de ejecuciones extrajudiciales y a atender a desplazados internos que lo abordaban en busca de ayuda. Tejió, con ayuda de la comunidad, una red de escuelas porque él, que también fue desplazado por la violencia alguna vez, entendió que la educación era clave para que los niños soñaran con otro mundo posible.
Quiere volver a tenerlas cerca
Investigación: Isaura Ramos
Ilustración: Carmen Helena García
Alexander Ramírez Gil tiene 23 años, una esposa y una hija. En 2017, una bala perdida le impactó en la espalda y desde entonces está en silla de ruedas. Vivía en San Juan de Los Morros, en el estado Guárico, pero allí sentía con fuerza la escasez de alimentos y la hiperinflación. Por ello, decidió irse a Guasdualito, estado Apure, muy cerca de la frontera con Colombia.
He encontrado mucha solidaridad
Investigación: José Leonel Gutiérrez
Ilustración: Carlos Leopoldo Machado
María Luna Rodríguez vivía con su esposo, dos hijos y un hermano con discapacidad en el estado Falcón. Tuvo que cerrar su pequeña peluquería porque los clientes que tenía se fueron. Así que, como los ingresos cada vez le alcanzaban menos, decidió trabajar como cocinera en una constructora en El Nula, un pueblo del estado Apure, en los Llanos venezolanos.
Sintió que se había fugado por la puerta trasera
Ilustración: Ivanna Balzán
El profesor Pedro tenía una carrera docente de dos décadas. Un día, la portera del colegio de Los Valles del Tuy en el que se desempeñaba como director le tocó la puerta para decirle que se acababa de enterar que a un niño que estudiaba 3er grado lo iba a matar la banda de un muchacho que él conocía. Angustiado, se dispuso a tratar de evitarlo.
Mudarse no es garantía de seguridad
Guion y edición: Erick Lezama
Ilustración: Carlos Leopoldo Machado
Durante 15 años, Jairo Ortiz vivió en Rosario de Paya, un pueblo de Turmero, estado Aragua. Allí ejercía su oficio de policía. Luego de que la vecina comunidad de San Vicente fuera declarada como “zona de paz”, comenzó a recibir cada vez más amenazas de muerte. Llegaban, incluso, a la puerta de su casa.
Salieron de sus casas con lo que llevaban puesto
Ilustraciones: Robert Dugarte
Según informó Colombia a las Naciones Unidas, el conflicto entre militares de Venezuela y disidentes de las FARC ha producido unos 5 mil desplazados venezolanos hacia el vecino país. Algunos de ellos, indígenas y campesinos. José Antonio Mejías, activista de Fundaredes, viajó desde el estado Amazonas a conversar con muchos de ellos. En esta historia cuenta lo que vivió.
Solo le pide a Dios un mejor hogar para sus hijos
Investigación: Ana Carolina Arias
Ilustración: Carmen Helena García
Basada en fotografías de Ana Carolina Arias
Lauren Díaz se fue de la Isla de Margarita, donde creció junto a su familia, para formar un hogar con su esposo y su hijo. Pensó que nunca más volvería a vivir junto al mar, pero luego de 13 años, con más de una tragedia a cuestas y cansada de la delincuencia de la zona en la que vivía, regresó.
No tienen nada que buscar aquí
Ilustraciones: Ivanna Balzán
Rosa y su familia llegaron a vivir en las cercanías de Tocorón mucho antes de que la violencia del penal se desbordara hacia sus afueras. Poco a poco construyeron un techo propio en el que se sintieron a gusto, hasta que la delincuencia los expulsó y les quitó esa vivienda en la que alguna vez se sintieron tranquilos y estables.
Recordar cuando soñaba con una vida serena
Ilustraciones: Carlos Leopoldo Machado
Después de vivir 29 años en los Valles del Tuy, una calurosa ciudad del estado Miranda, Martín regresó a la casa de sus padres en Caracas. Diez experiencias de violencia acabaron con su sueño de pasar su vejez junto a su esposa y su hijo en la quietud de la parcela que había comprado.